Este gratinado vegano de patatas con salsa de anacardos no contiene ingredientes de origen animal. Para sustituir la salsa de nata, utilizamos puré de anacardos, leche de avena y copos de levadura adicionales para conseguir un sabor cremoso y a queso. La receta es rápida de preparar y, por lo tanto, ideal para después del trabajo o un fin de semana relajante.
Si desea más sabores o le gusta que su gratinado sea un poco más firme al morder, puede variar fácilmente la receta básica: Las rodajas de patata y cebolla pueden cubrirse con carne picada vegana u otras verduras, como calabacines o champiñones. Por supuesto, las verduras también deben hornearse bien para que los trozos individuales puedan pincharse fácilmente con un tenedor.
Hervir brevemente los anacardos en agua suficiente y dejarlos en remojo en el agua hirviendo a fuego lento durante unos 15 minutos. Escurrir el agua y dejar escurrir los anacardos.
Al mismo tiempo, se pelan las patatas y se cortan en rodajas finas y uniformes. Lo ideal es que todas las rodajas de patata tengan más o menos el mismo grosor para que el gratinado quede bien y uniforme.
Pele la cebolla y córtela también en rodajas finas.
Precalentar el horno a 200°C y preparar una cazuela grande.
Para la salsa de anacardos, pon la leche de avena, el caldo de verduras, los copos de levadura, los dientes de ajo y las especias en una batidora con los anacardos remojados y tritura durante unos minutos. La salsa contiene mucho líquido, por lo que quedará muy fina después de hacerla puré, pero espesará al hornearla. En cualquier caso, la salsa no debe tener grumos después de hacerla puré. Sazone de nuevo la salsa preparada y añada más sal, pimienta o especias adicionales (por ejemplo, nuez moscada) según sea necesario.
Coloque la cazuela en capas en la fuente de horno:
Hornear la cazuela en el horno precalentado durante unos 60 minutos. Si las rodajas de patata son muy gruesas, deje la cazuela en el horno más tiempo; si las rodajas de patata son muy finas, saque la cazuela unos minutos antes. Las rodajas de patata deben poder pincharse fácilmente con un tenedor, las rodajas o el queso espolvoreado deben haberse dorado.
Deje enfriar el gratinado listo para hornear durante 10-15 minutos antes de servir.
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