Las sabrosas creaciones con levadura se convierten en una valiosa fuente de nutrientes con la levadura con vitamina D de L’Alfred. Porque sólo 100 g de productos horneados con la levadura especial de vitamina D de L’Alfred cubren al menos el 15% de las necesidades diarias recomendadas de vitamina D. En masas de pan, de hojaldre y dulces: la levadura seca con vitamina D de L’Alfred se puede utilizar como de costumbre en panadería, porque tiene las mismas propiedades panificables que la levadura ordinaria. La levadura en polvo de calidad profesional para panadería garantiza una masa ligera y aireada y ayuda a su cuerpo en muchos procesos vitales gracias a la porción extra de vitamina D. ¡Lleve el sol a su plato!
El envase al vacío protege la levadura en polvo de la penetración de humedad y la conserva durante meses. El suave proceso de secado interrumpe el proceso de maduración de la levadura, lo que facilita su conservación en el hogar.
Una vez abierta, la levadura de panadería seca no utilizada debe guardarse, a ser posible, en un lugar fresco y seco. Consejo: La forma más fácil de guardar la levadura no utilizada es en un recipiente hermético en el congelador.
La levadura seca no necesita disolverse previamente en agua, por lo que es muy fácil de procesar y dosificar:
¡Hornear con L’Alfred’s es muy fácil!
Guarde siempre la levadura seca de L’Alfred’s sobrante en un lugar seco y fresco. 9 gramos son suficientes para 500 g de harina.
La vitamina del sol apenas se encuentra de forma natural en nuestros alimentos. Buenas fuentes de vitamina D son, por ejemplo, los pescados grasos (como el arenque, la caballa o el salmón). Otras fuentes de vitamina D son el aceite de hígado de bacalao (aceite de pescado), la yema de huevo o las setas comestibles (pero no las cultivadas en algunos casos). En la dieta vegana o vegetariana, los alimentos enriquecidos con vitamina D, los llamados alimentos funcionales, son populares como sustitutos. Éstos pueden integrarse prácticamente en la vida cotidiana: Reponga su reserva individual de vitamina D de forma fácil e incidental utilizando la levadura con vitamina D de L’Alfred cuando la necesite en la repostería.
Nuestra levadura rica en vitaminas se irradia con luz UV durante la fermentación. De forma similar a como nuestra piel produce vitamina D cuando se expone a la luz solar, la levadura puede hacer lo mismo cuando se expone a la luz UV. La vitamina D producida por las propias bacterias de la levadura se almacena en las células de la levadura hasta que ésta se enriquece con 200 µg de vitamina D natural (calculada por 100 g de levadura seca). Este proceso nos permite prescindir de aditivos químicos o sintéticos de vitamina D durante la producción. La vitamina autoproducida, que se almacena en la célula de levadura, también puede sobrevivir intacta al proceso de horneado.
Otra ventaja de nuestra levadura de panadería rica en vitaminas: es naturalmente vegana y no contiene soja ni gluten.
Nuestra levadura seca enriquecida con vitamina D puede ser consumida diariamente en forma procesada por niños, adolescentes y adultos. Como fuente vegana de vitamina D, la levadura se añade como de costumbre al hornear pan, pizza, pasta o platos dulces con levadura.
La dosis individual depende de la receta y al final determina el contenido de vitamina D en los productos horneados. Si quiere saber exactamente cuánta vitamina D contiene su receta, envíenos un mensaje.
Por supuesto, nuestro cuerpo es capaz de producir vitamina D por sí mismo cuando la luz solar incide sobre nuestra piel. Sin embargo, los rayos solares débiles en invierno o cubrir nuestra piel con ropa o protectores solares reducen la producción de vitamina D. Sin ella, carecemos de una fuente primaria de suministro de la vitamina, que es importante para unos huesos sanos y un sistema inmunitario funcional, entre otras cosas.
Para mejorar el suministro de vitamina D, desde los años 40 se conoce la levadura enriquecida con vitamina D, ya que un suministro adecuado del organismo proporciona la base óptima para su bienestar. ¡Una valiosa contribución a su salud!
Alimentación limpia
Alimentación funcional
Vegano
Vegetariano
Halal
Kosher
Sin gluten
Sin soja
Esta sencilla receta de panecillos caseros elaborados con una mezcla de harina de centeno, espelta y trigo es ideal para los principiantes en la repostería. Con sólo unos pocos ingredientes y asas, la masa se prepara rápidamente la noche anterior y puede reposar en el frigorífico durante 12-13 horas.
A la mañana siguiente, la masa se saca con cuidado del bol y se divide simplemente en 8 partes aproximadamente iguales, sin amasar más ni dar forma complicada a los trozos de masa. Dependiendo de la forma del bol, se obtienen panecillos redondos o cuadrados. Y aunque los panecillos parezcan muy pequeños al principio, siguen subiendo en el horno.
Las harinas de trigo y espelta mantienen los panecillos esponjosos por dentro, mientras que la harina de centeno aporta un fuerte aroma y una corteza firme. Esta mezcla es ideal cuando no se dispone de mucho tiempo para hornear. Si desea algo más de variedad, puede pincelar los panecillos con un poco de agua antes de hornearlos y luego rebozarlos en semillas, granos o copos de avena.
Así tendrás rápidamente una bandeja llena de panecillos diferentes y la mesa del desayuno parecerá más variada.
Mezclar todos los ingredientes en un bol y amasar bien. La levadura seca de L’Alfred puede mezclarse directamente con la harina sin disolverla en agua.
Dejar fermentar la masa en un molde o recipiente tapado en el frigorífico durante 12-13 horas.
A la mañana siguiente, saque la masa del recipiente y colóquela sobre una superficie de trabajo enharinada. A continuación, divida con cuidado la masa en 8 trozos más o menos iguales sin amasar primero. Los panes individuales tendrán un aspecto relativamente plano, pero seguirán subiendo en el horno.
Poner un recipiente con agua en el horno y precalentarlo a 250° C horno de convección.
Hornear la bandeja con los panes durante 10-12 minutos en horno caliente.
Consejo: Si le gusta un poco más granulado, añada algunos granos a la masa antes de hornear. Las pipas de girasol, las pipas de calabaza o las semillas de lino son adecuadas para ello. Para que los granos se adhieran bien al bollo, es aconsejable pincelar previamente la pieza de masa con agua, leche o yema de huevo.
¿Quiere aún más calidad? Esta receta también funciona muy bien con nuestra levadura ecológica.